tu mirada dice mil palabras...

Ella sabia, como diferenciar cada comportamiento que iba sucediendo...
Estábamos ahí, ella con sus pensamientos fluctuantes entre el deseo, los sueños, y los pensamientos. El en otro estado, quizás el mismo que ella...
No podía ser, algo que no era, pero sucedía ese instante mágico cuando nos despojamos de nosotros mismos y de todo lo que esta encima para ser solo un instante...

Lo que somos. Instantes.

Aunque ella, solo eso no quería, no deseaba. Era lo que había...Lo que supo ser con tantos otros, lo que es con el...aunque no quiera. Y fue mágico.

Comentarios

Entradas populares de este blog

carta a mi ex.

A lo suyo, con lo suyo...