Una noche común, no muy diferente a cualquier otra. Vos no estabas. Solo pululabas en mi cerebro, como tantas otras. Ese día estuve esperándote, casi todo el día: Esperaba que el universo conspire, que las estrellas se alinearan...y que sucediera lo que no es, ni fue, y seguramente no sera...Pero claro...como no era diferente a cualquier otra, no sucedió nada fuera de lo común. Y te apareciste, al menos tu nombre, en otra piel, en otros huesos, en otro corazón...Que no es lo que yo quiero, ni me gustaría, ni deseo, pero estábamos ahí, hablando desde el nerviosismo, desde la inocencia. De saber que el cuerpo siempre es libre, pero el corazón es lo que esta clausurado...Mi corazón. Siempre imagino que lo que sucede no es un echo aleatorio del destino, ya que no creo en el ni en la casualidad...Siempre dije que fuiste la causalidad mas hermosa, y no miento ni mentía, pero eso ya lo sabes... Ella me pedía que defina, que vea si me sirve. Como hago yo para tirar para un mismo lado, mi raz